Construir la paz en la mente de los hombres y de las mujeres

Día Mundial de la Libertad de Prensa 2017

Temas 2017

En una época que algunos consideran crítica para el periodismo, el Día Mundial de la Libertad de Prensa 2017 se centra en la importancia vital de fortalecer un periodismo libre y de calidad, para contribuir de manera efectiva a alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible 16. Específicamente, se explorarán las interrelaciones entre la libertad de expresión, la justicia para todos y el Estado de derecho, la paz y la inclusión.

La justicia para todos como condición previa para la libertad de expresión y el desarrollo sostenible
El Estado de derecho es constitutivo de toda sociedad democrática e inclusiva, ya que protege las libertades fundamentales y se aplica universalmente a cada uno de los individuos y entidades que componen la sociedad. Allí donde las instituciones y el poder judicial son débiles, y no hay acceso a la justicia, resulta difícil alcanzar un desarrollo sostenible. Cuando el entorno legal y regulatorio no funciona correctamente, el público pierde su confianza en el proceso democrático y deja de invertir en su futuro sostenible. 
Únicamente cuando son libres, independientes y pluralistas es que los medios de comunicación pueden asegurar que el Estado de derecho se aplica y se respeta plenamente. Así, sólo un marco legal capaz de proteger la libertad de expresión y la libertad de información permite que se desarrolle un sector de medios de estas características. Los medios de comunicación libres y una justicia independiente y efectiva se fortalecen mutuamente en su rol de pilares de la democracia.
Los periodistas son los principales usuarios del preciado derecho a la libertad de expresión, pero también simbolizan la medida en la que una sociedad tolera y/o fomenta la libertad de expresión. El estado actual de la seguridad de los periodistas en el mundo es bastante desalentador: en la última década un total de 827 periodistas y trabajadores del sector de los medios fueron asesinados. Y, lo que es aún más grave, sólo el 8% de estos casos han sido resueltos. El Plan de Acción de Naciones Unidas sobre la seguridad de los periodistas y la cuestión de la impunidad, impulsado por la UNESCO desde 2012, sirve como plataforma holística para múltiples actores a partir de la cual se pueden abordar estas complejas problemáticas. A nivel normativo, se han logrado importantes avances a escala global, en especial en foros internacionales y regionales, aunque todavía queda mucho por hacer. 
En todo el mundo es necesario fortalecer los sistemas judiciales centrándose en la protección de la libertad de expresión y la seguridad de los periodistas. La demanda de justicia universal de la Agenda 2030 de Desarrollo es relevante para todos los elementos del enfoque de las tres “p” para garantizar un entorno mediático seguro: prevención de la violencia contra los medios, protección de los periodistas en peligro y procesamiento de los autores de crímenes cometidos contra profesionales de los medios.
Promoción del potencial de los medios de comunicación como catalizadores de la paz y la comprensión mutua
A menudo, los medios de comunicación desempeñan un papel central en situaciones de crisis y de conflicto. Los medios independientes, objetivos y neutrales pueden contribuir a desactivar tensiones, promover el diálogo y contener los conflictos, mientras que, en cambio, el periodismo sesgado y falso puede exacerbar la violencia. Cuando se utilizan de manera indebida con fines propagandísticos, los medios de comunicación pueden facilitar la incitación a la violencia y la divulgación de rumores. Asimismo, en situaciones de conflicto y crisis los riesgos que deben enfrentar los periodistas se multiplican considerablemente. El avance de la violencia extremista, catalizada por grupos terroristas y extremistas, representa una amenaza adicional para la paz, la seguridad, los derechos humanos y la justicia. Estos grupos han utilizado las redes sociales como herramienta para transmitir en tiempo real y a escala mundial sus mensajes de intolerancia.
La era digital ha ampliado las oportunidades de acceso a la información, de creación y de distribución de conocimiento, y ha facilitado el intercambio y el diálogo intercultural. Sin embargo, el surgimiento de casos de discurso de odio en Internet  evidencia que las tecnologías digitales también plantean una variedad de desafíos. Uno de ellos es lograr un justo equilibrio entre la libertad de expresión en línea y el respeto por la igualdad y la dignidad humana. La lucha contra el discurso de odio y la violencia extremista en línea requiere mucho más que la implementación de medidas represivas como la prohibición o el bloqueo de contenidos: exige un enfoque holístico, capaz de abordar las causas profundas de las tensiones y divisiones en el seno de las sociedades. Los medios pueden proporcionar una plataforma para la expresión de una multitud de voces y de perspectivas que pueden ayudar a fortalecer la tolerancia, el diálogo y el pensamiento crítico. Asimismo, pueden ofrecer narrativas opuestas, capaces de cuestionar las ideas que promueven las narrativas del extremismo violento. Finalmente, la lucha contra las narrativas extremistas debe acompañarse con el empoderamiento de los usuarios de los medios de comunicación, dotándolos de las habilidades necesarias para navegar Internet e interpretar, rechazar y reaccionar frente a los mensajes de odio y de incitación al odio.
La libertad de expresión y la libertad de información promueven sociedades más inclusivas
La participación del público en los medios, facilitada por las tecnologías digitales, ha permitido una democratización de la narrativa y del diálogo intercultural. Sin embargo, la creciente oferta y demanda de información también ha dejado en evidencia el papel que desempeñan los intermediarios de Internet, el riesgo de comprometer la confidencialidad de las fuentes y de la seguridad digital de los periodistas, el aumento del discurso de odio en línea y la brecha digital. Las grandes diferencias existentes en el nivel de acceso a la información entre países y al interior de ellos, así como entre hombres y mujeres, evidencia que si bien la Edad de la Información ha cumplido en proporcionar las herramientas, no ha logrado aún engendrar un mundo completamente conectado. A fin de que el derecho a la libertad de expresión sea aplicado de manera universal y para que el desarrollo sostenible prospere, la información debe estar disponible para todos sin restricción. Así, el analfabetismo digital es otro de los obstáculos en este sentido.
Desde que permite empoderar a los ciudadanos, la libertad de información es una de las piedras angulares de la democracia participativa. Asimismo, desempeña un papel importante en la promoción de instituciones responsables y efectivas que fomenten el Estado de derecho.
Los medios de comunicación son actores importantes en la promoción de la inclusión social. Por ello es necesario estimular su potencial para promover el diálogo, reflejar la diversidad de opiniones y perspectivas en la sociedad y cuestionar estereotipos y percepciones erróneas. En este proceso, es fundamental fomentar el pluralismo y de la igualdad de género en los medios de comunicación.
El concepto de la universalidad de Internet, elaborado por la UNESCO, propone cuatro principios para una Internet inclusiva y capaz de contribuir al desarrollo de sociedades del conocimiento, consideradas como los cimientos del desarrollo sostenible: Derechos Humanos, Apertura, Accesibilidad y Participación de múltiples actores. Únicamente una sociedad inclusiva, facilitada por medios de comunicación independientes y pluralistas, y un entorno de medios seguro, donde se promueva el libre flujo de información, proporcionan las condiciones necesarias para alcanzar un mejor futuro para todos.