Las presiones de origen humano en las áreas costeras son extremadamente altas, no hay duda. El ochenta por ciento de la contaminación marina proviene de fuentes ubicadas en la parte continental y, en el mundo en desarrollo, más del 90% del drenaje y 70% de los desechos industriales se vierten sin tratamiento en las aguas superficiales, donde contaminan los aprovisionamientos de agua y las aguas costeras con consecuencias dañinas para la biodiversidad, la salud humana y los servicios ecosistémicos costeros. Para 2025 se estima que el 75% de la población mundial, o 6,300 millones de personas, vivirán en las zonas costeras, lo que naturalmente incrementará las presiones sobre los recursos hídricos y reducirá su sustentabilidad. Además, el cambio global ya afecta los ecosistemas costeros tanto en tierra (p.ej. cambios en los ciclos hidrológicos y patrones de precipitación) como en los océanos (p.ej. cambios en los niveles del mar). De ahí la necesidad urgente de abordar estos impactos y el interés por aplicar enfoques ecohidrológicos que contribuyan a soluciones sustentables.
Objetivos Específicos
- Intercambiar y mejorar soluciones ecohidrológicas regionales para el impacto que los cambios globales tienen sobre los ciclos hidrológicos y sistemas costeros, y responder así a la creciente vulnerabilidad de los recursos acuáticos.
- Desarrollar enfoques y métodos para una regulación dual de la gestión - hidrología y biota - en cuencas hidrográficas, con el fin de mejorar la calidad del agua y la biodiversidad en los ecosistemas costeros.
- Mejorar la comprensión de los sistemas costeros como receptores de aguas residuales vertidas aguas arriba, y desarrollar estudios de caso sobre cómo las soluciones ecohidrológicas podrían contribuir a reducir el riesgo de diversas enfermedades que se presentan en las zonas del estuario.