Construir la paz en la mente de los hombres y de las mujeres

Iniciativa UNESCO-Pearson para la alfabetización

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© PEARSON/Sudipto Das

Directivas para la inclusión digital

En un mundo cada vez más digitalizado, las personas que no saben leer o escribir son objeto de nuevas formas de marginación. Además de tener que enfrentarse a los inconvenientes del mundo material, las personas analfabetas, que representan actualmente el 10 por ciento de la población mundial, tienen dificultades para participar en el ámbito digital y acceder a los servicios que podrían mejorar sus medios de subsistencia y aumentar sus oportunidades de aprendizaje.

A pesar de esto, la marginación puede evitarse. Las soluciones digitales cuidadosamente diseñadas pueden ayudar a las personas con muy bajos niveles de alfabetización y escasas competencias tecnológicas a navegar en el espacio digital y a beneficiarse de las aplicaciones adecuadas, como las que se dirigen a los agricultores o las que conectan a los usuarios con los servicios sanitarios. En la era de los teléfonos inteligentes con pantallas táctiles y de las interfases gráficas intuitivas, fortalecer las competencias en lectoescritura y aritmética no es un requisito indispensable para poder utilizar de los servicios digitales. Un diseño adaptado a los usuarios con escasas competencias puede facilitar el acceso de estos a las aplicaciones.  

La UNESCO en asociación con Pearson y su iniciativa ‘‘Proyecto de alfabetización’’ elabora un conjunto de directivas que sirven de apoyo a los proveedores tecnológicos de hoy para crear más soluciones digitales inclusivas. Estas soluciones tienen como objetivo ayudar a las personas con escasas competencias en lectoescritura a descubrir los portales informativos, de servicios sociales y de participación comunitaria que les permitirían cambiar sus vidas, a la vez que les proporcionan el motivo y los medios para mejorar sus competencias de lectoescritura básicas.   

Al establecer puntos de acceso digital para las personas con bajos niveles de alfabetización y con escasas competencias digitales se genera un ciclo eficaz que permite acelerar el aprendizaje y el desarrollo, empoderar a las personas y fortalecer a las comunidades.

Las directrices de la UNESCO explican a los proveedores de soluciones digitales – ya sean empresas tecnológicas, de ONG o gubernamentales – las fases claramente definidas que pueden seguir a fin de:

  • ofrecer servicios útiles que sirven de apoyo al desarrollo de las competencias digitales y la alfabetización;
  • comprender mejor y elaborar las soluciones dirigidas a las personas con bajos niveles de alfabetización teniendo en cuenta sus necesidades y aspiraciones específicas; 
  • generar contenidos más atractivos e interfases más acogedoras;
  • garantizar un entorno de aplicación que, además de la tecnología y el contenido, responda a los criterios de una utilización inclusiva; y  
  • dar seguimiento, medir y mejorar, con regularidad, las soluciones a través de procesos iterativos.

En general, las directivas ayudan a que un amplio abanico de proveedores de soluciones digitales pueda desarrollar contenidos para personas que hasta entonces estaban excluidas de este ámbito. También muestran cómo los organismos donantes pueden adaptar sus licitaciones y otros procesos de financiación a fin de garantizar que las soluciones digitales dirigidas a los usuarios desfavorecidos lleguen eficazmente a estos, a pesar de sus limitaciones en materia de competencias y educación.

La UNESCO ha elaborado estas directivas a lo largo de un periodo de dos años, inspirándose para ello en el examen del conjunto de estrategias para la inclusión digital para personas poco cualificadas y poco instruidas, así como en la serie de catorce estudios de casos. Las directivas reflejan las opiniones de un grupo de expertos internacionales y fueron perfeccionadas a partir de los comentarios recibidos durante consultas públicas.