Claudia Uribe, directora de la Oficina Regional de Educación de la UNESCO para América Latina y el Caribe/ UNESCO Santiago, visitó Quito para asistir a la LVI Reunión de Coordinadores Nacionales del Laboratorio Latinoamericano de la Calidad de la Educación (LLECE). Durante su visita, mantuvo una reunión de trabajo con Julio Carranza Valdés, director de la Oficina Regional de la UNESCO en Quito y representante para Bolivia, Colombia, Ecuador y Venezuela, para conversar sobre el trabajo realizado en materia de educación, así como los importantes logros del Programa Multianual de Resiliencia para la Inclusión Educativa (MYRP) que es liderado por esta Oficina en Ecuador. El espacio fue propicio para coordinar los esfuerzos que se realizan desde ambas oficinas con miras a avanzar en el cumplimiento del ODS 4 para garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad para todas las personas, a lo largo de toda la vida.
La visita de la directora Uribe coincidió con el Día internacional de la Educación, que se celebra el 24 de enero, y nos compartió su visión sobre el estado de la educación en América Latina y el Caribe, que presentamos a continuación:
“La pandemia llevó al sector educativo a una de las crisis más profundas y más graves desde que tenemos reportes. Actualmente, la región de América Latina y el Caribe está iniciando un proceso de recuperación de todas las pérdidas que tuvo el sistema educativo durante este período, que nos hizo retroceder en muchos de los indicadores en los que veníamos trabajando desde hace varias décadas y donde habíamos logrado avances significativos, en el aprendizaje, la retención de estudiantes en el sistema, la cobertura y la trayectoria. Con la pandemia tuvimos un retroceso significativo en muchas de esas áreas, que no se han terminado de medir aún y no podemos dimensionar con precisión, pero sí sabemos que la afectación fue grande y fue profunda.
Justamente, estamos en Quito teniendo la reunión de Coordinadores Nacionales del Laboratorio Latinoamericano de la Calidad de la Educación (LLECE) que a través de sus estudios hace un seguimiento del nivel de aprendizaje de los estudiantes de América Latina y El Caribe. Parte de los objetivos de este encuentro es planificar el nuevo ciclo, en donde se va a evidenciar cuánto retrocedimos como región en términos de aprendizajes básicos y fundamentales, en donde ya de manera parcial, anecdótica y en estudios pequeños se muestra que el retroceso fue de por lo menos dos años de aprendizaje, que es un tiempo equivalente al que estuvimos con las escuelas cerradas, impartiendo parcialmente educación en línea.
En ese sentido, tenemos un desafío muy grande para recuperar los aprendizajes, pero hay otros desafíos; por ejemplo, sabemos que la deserción de los estudiantes aumentó mucho durante la pandemia y muchos países en este momento están implementando mecanismos para recuperar a esta población que abandonó sus estudios. Y sabemos que a una parte de esa población va a ser muy difícil volver a traerla a través de la estructura tradicional, lo cual exige que los países busquen fórmulas alternativas e innovadoras para recuperar a esta población para que terminen sus trayectorias estudiantiles.
Por otra parte, sabemos que la pandemia y el cierre de las escuelas causó una afectación sobre la salud mental de los niños, de los jóvenes y también de los maestros, y los países están viendo maneras de abordar este problema, a través de introducir en sus currículos maneras de aprendizajes que generen menos presión sobre los estudiantes, acercar servicios de salud mental a la escuela, reforzar las capacidades del los docentes para atender las problemáticas de comportamientos disruptivos, conflictos y violencia que no se veían antes.
La región está viviendo un momento muy complicado, pero a la vez se ven muchas luces de esperanza en que los países están abordando estos problemas e impulsando un proceso de recuperación que esperamos pueda ser sostenido y acertado.
Mi mensaje, por el Día internacional de la Educación, es tener presente la importancia que tiene la educación en la vida de las personas. La educación transforma vidas, abre oportunidades, abre mentes, nos acerca a otras culturas, nos abre caminos y además es habilitante para el cumplimiento de todos los objetivos que nos hemos trazado internacionalmente en nuestra agenda 2030, por eso se dice que el ODS 4, que es el objetivo que busca la equidad y la educación de calidad para todos, sin dejar a nadie atrás es un objetivo habilitador de todos los demás derechos que nos hemos trazado como humanidad.
Entonces hoy quiero reforzar la importancia, para los países y para las personas, de poner la educación como una prioridad tanto en la política como en todos los sistemas de administración de los países, pero también como prioridad personal y familiar que a su vez permite el avance de nuestra sociedad.
Video con el mensaje por el Día internacional de la Educación: https://www.facebook.com/UNESCOQuito/videos/569231911887339
Sobre el Programa Multianual de Resiliencia para la Inclusión Educativa (MYRP) “La Educación es el Camino”, que se ejecuta en Ecuador con el Ministerio de Educación bajo el liderazgo de la UNESCO en coordinación con ACNUR y UNICEF y otras organizaciones, gracias al fondo de Education Cannot Wait:
Debemos ver a la educación como un derecho y eso quiere decir que es un derecho de todas las personas, independientemente de su condición, de su origen socioeconómico, de su nacionalidad, y en ese sentido, todo el trabajo que se está haciendo desde el programa de poder brindar el derecho a la educación a la población que se encuentra en situación de movilidad, que por cierto es una parte de la población que es la más vulnerable que puede tener una sociedad porque es una población que no está cobijada por los derechos públicos y sociales que brindan los Estados. Muchas veces esta población no tiene acceso a esos servicios, entonces el trabajo que se pueda hacer desde este programa es fundamental para que toda niña y todo niño, independientemente de dónde haya nacido y cuál sea su situación, tenga derecho a la educación, tenga derecho a tener una esperanza en la vida, tenga derecho a prosperar, a contribuir a la sociedad y ese es un derecho que no se le puede negar a nadie.