La COVID-19 es una grave amenaza para la recuperación de la ayuda a la educación

En el momento en el que volvía a sentirse cierto optimismo, atacó la pandemia de Covid-19, la segunda gran perturbación que afectó el desarrollo mundial en 12 años. Una recesión resulta inevitable, lo que menoscaba la capacidad de aumentar los ingresos públicos y las asignaciones presupuestarias. En las economías avanzadas, el producto interno bruto (PIB) podría disminuir en un 8% en 2020, según las estimaciones de la Perspectiva Económica Mundial del Fondo Monetario Internacional. Aun si la educación conserva su nivel de prioridad dentro de la ayuda total, para 2022 las reducciones presupuestarias podrían provocar una disminución de hasta 2000 millones de dólares estadounidenses en la ayuda a la educación. Quizá haya que esperar seis años antes de que se alcancen nuevamente los niveles de 2018.

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