El derecho a la ciencia

Nombre del proyecto :

El derecho a la ciencia

Presupuesto :

0 - 100K$

Duración del proyecto :

12-08-2020

Lugar :

Montevideo, Uruguay
La UNESCO en América Latina y el Caribe, como agencia especializada de las Naciones Unidas dedicada al avance de la ciencia, tiene una especial responsabilidad por abogar en la defensa y la promoción del Derecho a la Ciencia, así como por buscar que el progreso científico respete, garantice y promueva otros derechos. A su vez, busca que la generación de conocimiento basada en evidencia científica sea fundamento de políticas orientadas al desarrollo sostenible en consonancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030.

La Ciencia es un Derecho Humano, y contamos contigo para promoverlo en la región.
Es por eso que lanzamos "Un newsletter sobre Derecho a la Ciencia":
un espacio donde compartiremos noticias, convocatorias y actividades de interés sobre educación en ciencias, diplomacia científica, comunicación de la ciencia, género y ciencia y ciencia abierta.

Primera edición (noviembre 2021) | Segunda edición (marzo 2022) | Tercera edición (noviembre de 2022)

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“Toda persona tiene derecho… a participar en el progreso científico y en los beneficios que de él resulten… Toda persona tiene derecho a la protección de los intereses morales y materiales que le correspondan por razón de las producciones científicas…” Artículo 27, Declaración Universal de los Derechos Humanos, París, 1948.

La Ciencia es un Derecho Humano. Así lo reconocen la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948) y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (1966). A nivel interamericano, la Declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre (1948) y el Protocolo de San Salvador sobre Derechos Económicos Sociales y Culturales – DESC (1988), también lo hacen, sumando al progreso tecnológico en la declaración.

A pesar de figurar como derecho desde hace tiempo, la ciencia ha sido poco profundizada como tal. La necesidad por desarrollar este aspecto gana especial relevancia en estos tiempos donde ganan fuerza movimientos negacioncitas del conocimiento y la evidencia, y donde la fake science o la ciencia dudosa empieza a ser una amenaza; en tiempos donde los avances científicos y tecnológicos presentan cada vez mayor impacto sanitario, político, ético, social y ambiental. Toda persona debe poder contar con las herramientas necesarias para aprovechar el avance de la ciencia y la tecnología en su provecho y el de la sociedad.

La UNESCO, como agencia especializada de las Naciones Unidas dedicada al avance de la ciencia, tiene una especial responsabilidad por abogar en la defensa y la promoción del Derecho a la Ciencia, así como por buscar que el progreso científico respete, garantice y promueva otros derechos. A su vez, busca que la generación de conocimiento basada en evidencia científica sea fundamento de políticas orientadas al desarrollo sostenible en consonancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030.

Es así que desde la UNESCO trabajamos por una Ciencia más abierta, que permita el libre acceso al conocimiento generado, al mismo tiempo que dé lugar a una mayor participación de la sociedad en la definición de las agendas de investigación. Que esto suceda va de la mano con una mayor equidad de género en la actividad científica; la diversidad enriquece las agendas y actividades de investigación, haciendo más eficiente y justa la inversión pública en la materia. En el otro extremo, para que la población pueda involucrarse más en la actividad científica, tanto en el diseño de las agendas como en el aprovechamiento de sus resultados, es necesario, por un lado, generar capacidades de absorción y comprensión en la población, lo que va de la mano con una mejor educación en ciencias; por el otro, tender puentes de doble vía que permitan que el diálogo entre la sociedad y la actividad científica sea ágil y fluido, es por eso que apuntalamos la comunicación de la ciencia en pos de contribuir en la consolidación de una cultura científica que sea la base de un desarrollo sostenible

UNESCO en América Latina y el Caribe, a través de su Oficina en Montevideo trabaja en la promoción de Política de Ciencia y Tecnología, particularmente en: