Con una historia que se remonta más de tres siglos, las casas típicas de Saint-Louis, el sistema de muelles, el diseño de las calles, la ribera y el Puente Faidherbe contribuyen a la identidad única de la ciudad. La ciudad fue en un tiempo la capital de Senegal y de Mauritania y desempeñó un papel cultural y económico predominante en África occidental. Desde el año 2000, la isla de Saint-Louis (Senegal) ha sido declarada propiedad Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
La población local posee una larga relación ambigua con el patrimonio edificado colonial de la ciudad debido a la ausencia de materiales culturales endógenos en la construcción de edificios y sus vínculos con los recuerdos de un periodo de esclavitud. La creciente importancia del papel económico del patrimonio en Saint-Louis mediante el turismo ha alimentado, sin embargo, una mayor afirmación del patrimonio entre la población local que cada vez añade más importancia a su valor como un recurso económico. El turismo ha aportado la perspectiva de establecer una política pública proactiva que combina la conservación, la mejora del patrimonio, la participación de las comunidades locales y la generación de ingresos. El reto del patrimonio sobre la conservación y el desarrollo de los bienes de Saint-Louis está entrelazado con el del desarrollo económico inclusivo y depende del uso óptimo de recursos y el potencial desarrollo de los lugares patrimoniales de la ciudad. La creación de capacidades ha sido una parte importante en la política de conservación del patrimonio impulsada por el Estado y el municipio con el apoyo de socios financieros y técnicos para crear un grupo mayor de técnicos capaces de abordar las necesidades de conservación en las propiedades. Como parte de la rehabilitación del conjunto territorial por la Región de Walloon (2002-2008), una "escuela de campo" ayudó a reclasificar a más de 30 trabajadores y técnicos en habilidades de patrimonio (cal, albañilería, pintura, tejado, carpintería, herrería, tratamiento de termitas, diseño y supervisión de proyectos de restauración). Una segunda iniciativa, implantada por la Cooperación Española, formó a casi 100 jóvenes en habilidades de patrimonio en un periodo de dos años. Como resultado del programa de rehabilitación joven algunos jóvenes han iniciado negocios y otros han encontrado trabajos en los negocios locales.
Fuente: Red Arterial, informe para el Área de estudio 1