Al pie de las estribaciones occidental y central de la Cordillera de los Andes, el Paisaje Cultural Cafetero de Colombia (CCLCC), propiedad del Patrimonio Mundial, abarca una extensión de 141.120ha que comprende una red de 18 centros urbanos y 6 paisajes.
El cultivo del café se ha desarrollado en la región durante los pasados 150 años para convertirse en central para la identidad cultural y la subsistencia de las comunidades locales. Se suele cultivar a grandes altitudes y la tradición ha influido en el uso de la tierra y la tipología de vivienda y se ha adaptado a la topografía de la región, provocando diseños de terrenos pequeños y ortogonales. La producción de café es una fuente de orgullo y básica para los estilos de vida diarios de las comunidades locales. Vinculada con la propiedad tradicional de la tierra, la práctica se pasa de una generación a otra. La producción de café en la actualidad es el principal motor económico de la región.
En 2009, el Ministerio de Cultura de Colombia, las autoridades regionales y la Federación de Cultivadores de Café Colombiano (FNC) firmaron un acuerdo de colaboración para apoyar la salvaguardia y el desarrollo sostenible del CCLC mediante programas económicos, sociales y medioambientales. La alianza pública-privada con la FNC ha permitido a más de 85.000 familiar de la propiedad Patrimonio de la Humanidad beneficiarse de una mayor participación en los procesos de toma de decisiones, acceder a investigación y conocimiento, a control de calidad de producto y servicios económicos y financieros. El plan de gestión de la propiedad tuvo en cuenta el plan y los indicadores estratégicos continuados de la FNC, que incluyen la participación de múltiples partes interesadas en las actividades de conservación y los estándares de sostenibilidad para cualquier programa aplicado por la FNC.
Elaborado por la UNESCO