En la actual época tras conflictos, Bagdad (Iraq) se enfrenta con altas tasas de desplazamiento poblacional, pobreza, analfabetismo, corrupción, violencia y fragmentación social. Los cambios demográficos de los últimos 30 años y sobre todo desde el embargo de 1991, están marcados por una emigración muy joven y una huida al exterior de los profesionales formados. El éxodo de la clase media del centro de la ciudad de Bagdad ha contribuido al abandono y deterioro del tejido urbano, junto con el declive de las infraestructuras y los servicios sociales. Desde la década de 1990, la tasa de crecimiento económico anual cayó en un 25 %. La ciudad también ha sido testigo del surgimiento de construcciones de edificios a gran escala que se benefician de la especulación de la tierra y de la pobreza y se aceleran gracias a la débil legislación que arriesga con destruir la escala urbana de la ciudad.
Bagdad muestra una capa de influencias a lo largo de los siglos hasta su contexto moderno que sustenta colectivamente su producción y continuación. Sin embargo, la diversidad de la ciudad, antaño su riqueza y fortaleza, ahora es un factor de inseguridad y de división radicalizada.
La movilidad y el acceso a los espacios públicos de la ciudad sigue siendo un problema. La operación "Fardh al-Qanoun" introducida en 2006, que dividió Bagdad en zonas seguras durante la violencia urbana y convirtió en intransitables muchos espacios públicos, ha repercutido en el contexto urbano. Diez años después, la ciudad todavía experimenta la segregación física y la fragmentación social, lo que provoca el declive en la calidad de vida de sus ciudadanos. La violencia se ha convertido en una característica crítica y predominante en las vidas de las personas de todo Iraq y los fallecimientos de civiles a menudo se centran en y alrededor de Bagdad.
Fuente: ALECSO, informe para Área de estudio 2