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Abu Simbel: ahora o nunca

El destino de Abu Simbel está ahora en la balanza. La Unesco ha lanzado un llamamiento de "ahora o nunca" a los 100 Estados Miembros que la componen, pidiéndoles contribuciones voluntarias para salvar a los dos templos colosales de Abu Simbel de una destrucción inevitable al quedar concluida la gran presa de Asuán e inundarlos, sepultándolos bajo sesenta metros de agua. Los templos, excavados en la roca viva 13 siglos antes de la era cristiana, están considerados como una de las grandes glorias arquitectónicas de la época de los faraones. 

Antes de llegar a su término el mes de Octubre, el Consejo Ejecutivo de la Unesco estará en condiciones de saber si estos vestigios de una civilización remota deben considerarse irremisible mente perdidos para la humanidad o si un esfuerzo internacional conjunto los salvará del desastre.

El llamado está contenido en un mensaje especial sobre el estado actual de la campaña internacional para salvar los monumentos de Nubia. Este mensaje lo ha dirigido a todos los Estados Miembros de la Unesco, con fecha 4 de agosto, el Director General suplente de la Unesco, señor René Maheu, que les pide contribuciones voluntarias por un total de 67 millones de dólares para salvar, no sólo los de Abu Simbel, sino los otros templos y monumentos de Egipto y del Sudán amenazados por el lago artificial que se forme dentro de pocos años al funcionar la represa nueva. Este lago tendrá unos 500 kilómetros de extensión. Lo que la Unesco ha pedido a todos esos países es que garanticen una contribución que se extienda por espacio de siete a nueve años y se pague en la misma proporción de las contribuciones que hacen regularmente al presupuesto de la Organización.

Los dos templos de Abu Simbel han de rescatarse en lo que se ha descrito como "la obra de ingeniería más audaz, de los tiempos actuales". La roca en la que están tallados se separará de la ladera de la montaña en que se los construyera hace tres mil años, se meterá en sendos cajones de cemento, y luego se levantará, empleando una serie de gatos gigantescos, sesenta metros de altura.

El llamamiento a los 100 Estados Miembros de la Unesco se ha hecho por recomandación del Comité de Acción Internacional que aconseja y ayuda al Director General de la Unesco en todo cuanto se refiere a recolección de fondos. Este Comité, formado por representantes de todos los continentes, se reunió en París en junio pasado para examinar la marcha actual de la campaña que iniciara en este sentido y vio que las obras de rescate de los monumentos de Nubia con excepción de los de Abu Simbel están ya casi garantizadas. En esa ocasión los miembros del Comité hicieron hincapié en la urgencia que había de obtener los fondos necesarios si se quiere salvar a tiempo a esos dos grandes templos de la antigüedad.

El contrato general para las obras de Abu Simbel debe firmarse el 1°. de enero de 1962. Antes de ello habrán de realizarse diversos trabajos preparatorios, y la obra principal debe comenzar no más tarde de mayo del año próximo. Por consiguiente, hay que contar con el dinero suficiente de fuentes internacionales en el curso de los próximos siete a nueve años para que el Consejo Ejecutivo de la Unesco dé a la República Arabe Unida, antes de que llegue a su término el mes de octubre, la indicación de poner manos a la obra. Se calcula que para los trabajos preparatorios y para los primeros pagos a los contratistas se necesitarán unos 20 millones de dólares en 1962. y otros 13 millones en 1963.

En una declaración que hiciera el 20 de junio de este año, el Presidente Gamal Abdel Nasser describió a Abu Simbel como "la reliquia más importante de la civilización nubiense", añadiendo: "esta empresa representa la fase más seria del rescate de los monumentos de Nubia, fase que requiere el esfuerzo colectivo del mundo."

El costo de todos los trabajos de salvamento a llevarse a cabo en Nubia (sin contar las excavaciones arqueológicas y prehistóricas) se ha calculado en 87 millones de dólares. Con esta suma se podrán desmantelar y trasladar de sitio 23 templos, tumbas, iglesias cristianas primitivas y capillas excavadas en la piedra, tanto en Egipto como en el Sudán (obras cuyo costo se ha calculado en 10 millones de dólares); conservar el grupo de templos existente en la isla de Filae (6 millones); y hacer lo propio, por último, con los templos de Abu Simbel (70 millones). 

A unos seis kilómetros al sur de la actual represa de Asuán en el centro de Egipto, construye la República Arabe Unida, con ayuda de la Unión Soviética, la nueva alta presa, la de Sadd el Aali. Esta nueva represa habrá de contener el río encima de ese punto, formando un enorme lago artificial que habrá de anegar el valle del Nilo tanto en Egipto como en el Sudán.

Para Egipto, ese lago ha de significar el comienzo de una era de gran regeneración. La producción total de alimentos en el país ha de aumentar en casi la mitad de lo que es ahora; más de un millón de hectáreas de desierto podrán dedicarse al cultivo, y podrá disponerse además de otras 303.000 hectáreas que actualmente se encuentran anegadas y que habrán de recuperarse entonces. La energía hidroeléctrica de que dispone el país, además, se multiplicará por diez, aproximadamente.

La nueva presa es una necesidad económica para Egipto. Pero la cosa es que en 1968 todo lo que exista dentro de la zona anegada por el lago de Nubia quedará completamente liquidado. En 1959, los gobiernos de la República Arabe Unida y del Sudán recurrieron a la Unesco pidiendo ayuda para salvar los templos y monumentos amenazados por la inundación que habría de producirse fatalmente en ambos países. El 8 de Marzo de 1960 el Director General de la Unesco, señor Vittorino Veronese, inició la campaña internacional para salvar los tesoros de Nubia, campaña que es ahora internacionalmente célebre.

La respuesta obtenida hasta la fecha es tan generosa como estimulante. Como dijera recientemente el Presidente de los Estados Unidos de América, ella constituye "un esfuerzo internacional que ha conquistado la imaginación y simpatía de gentes de todas partes del mundo".

El apoyo esperado ha venido de gobiernos, instituciones públicas y privadas y de particulares de todos esos rincones. Hasta los niños han organizado colectas en varios países. La prensa, la radio, la televisión y el cine han aunado fuerzas para ayudar a que la campaña fuera un éxito. En unos 20 países se han formado comités nacionales compuestos por arqueólogos famosos y otras personas de posición destacada en los terrenos de la ciencia y el arte, así como funcionarios importantes, hombres de negocios e integrantes de diversos grupos cívicos.

La República Arabe Unida ha garantizado la suma de 20 millones de dólares para los trabajos de Abu Simbel. Sujeto a la aprobación del Congreso, el Gobierno de los Estados Unidos de América ha prometido 10 millones de dólares: 6 para costear las obras de rescate de los templos de Filae, 2 millones 500.000 dólares para el transporte de determinados templos, y 1 millón 500.000 para expediciones arqueológicas e investigaciones en Nubia.

Al anunciar la contribución de la República Arabe Unida, manifestó el Presidente Nasser en marzo de este año: "La conciencia del mundo se ha despertado a una noción honda de lo que significa rescatar los monumentos de Nubia como respuesta al llamado internacional hecho por la Unesco el 8 de marzo de 1960. Por medio de este llamado la Unesco ha tratado de despertar la buena voluntad de todos los pueblos y contar con las fuerzas de éstos en una causa que está profundamente entroncada en la historia antigua de la civilización y que simboliza las esperanzas de la humanidad."

"La conservación de este legado no es menos importante que la construcción de presas, la de fábricas y la mayor prosperidad de los pueblos. No nos cabe duda alguna de que nuestra herencia cultural puede devolver al mundo su confianza en la fraternidad humana y en la cooperación entre los pueblos, por más divergentes que sean las convicciones y tendencias de éstos.

"La Unesco ha contribuido mucho a la creación de este sentido de solidaridad y a las medidas tomadas para rescatar los monumentos por medio de la organización y de los fondos que ha puesto a la disposición de esta obra y también por medio del espíritu de cooperación que ha guiado a los especialistas y los grupos de científicos que se han interesado en esta empresa única en la historia."

La conservación de estos monumentos dará al mundo pruebas suficientes del sentir de solidaridad que existe en este siglo y de la determinación existente en el sentido de usar las últimas técnicas de la ciencia para conservar este legado invalorable.»

Reflejando sentimientos parecidos, el Presidente del Sudán, señor Ibrahim Abboud, reafirmó recientemente la responsabilidad de su país ante el resto del mundo por los monumentos antiguos contenidos dentro de las fronteras de su país, "ya que la historia del Sudán no es sino parte de la historia de la humanidad."

André Malraux ha dicho: "Nubia, como Caldea, pertenecen al amanecer de nuestra historia." Nubia fué el punto en que las civilizaciones del Africa interna se encontraron con las del mundo mediterráneo. En la región que ha de inundarse puede ser que se encuentren varias de las claves más importantes del misterio que constituye el pasado remoto de la humanidad; este es el sentir de los científicos. Hoy día Nubia se ha convertido en un vasto terreno arqueológico, dentro del cual unas 30 expediciones han comenzado a trabajar o están a punto de hacerlo en ambos lados de la frontera egipto-sudanesa.

La República Arabe Unida ha cambiado ya de lugar los tres templos de Kertasi, Dabot y Tafis, mientras que la República Federal Alemana se ha ofrecido a llevar a cabo la tarea de trasladar el templo de Kalabcha y Francia el de Amada. 

Pero sin lugar a dudas las dos obras más importantes de la campaña son la conservación in situ de los templos de Abu Simbel y los de la isla de Filae.

Si el Congreso de los Estados Unidos de América vota la suma de 6 millones de dólares para rescatar los monumentos de Filae, siguiendo las recomendaciones del Presidente Kennedy, la conservación de éstos queda asegurada definitivamente. En su mensaje al Congreso norteamericano, ha dicho el Presidente: " Considero que está en el interés de los Estados Unidos de América ayudar a rescatar estas reliquias históricas de la destrucción y unirse al esfuerzo internacional que se realiza para dirigir, antes de que se produzca el anegamiento, las exploraciones y estudios en la zona de Nubia amenazada por éste."

" Los Estados Unidos de América, una de nuestras civilizaciones más nuevas, han tenido desde hace tiempo un gran interés en el estudio de las viejas culturas y se han preocupado por la conservación de los mayores logros del hombre en los terrenos del arte y del pensamiento. Recomiendo que nos unamos por medio de la Unesco a los otros países empeñados en evitar lo que de otro modo sería una pérdida irreparable para la ciencia y para la historia cultural de la humanidad."

Así, con excepción de los dos templos de Abu Simbel, la campaña de la Unesco ha logrado su objeto. La obra de salvar "ahora o nunca" a Abu Simbel habrá de decidirse en las próximas semanas.

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Octubre de 1961