Construir la paz en la mente de los hombres y de las mujeres

Vivir cien años: un sueño antiguo como el mundo

La lucha por los derechos humanos se ha venido desarrollando desde el comienzo de lo que podríamos llamar "el tiempo histórico". La historia ha conservado el recuerdo de los esfuerzos realizados por los visionarios y los profetas, los filósofos y los legisladores, los estadistas y los mártires; para dejar oir su voz en demanda de una mayor libertad. Pero el núcleo más activo de la lucha por los derechos humanos se encuentra en los pueblos mismos, en las tentativas del hombre de la calle para formular su reclamo por una vida más decente, segura y tranquila frente al despotismo y a la hipocresía, a la ignorancia y a la superstición, a la intolerancia y a la tiranía.

La Carta Magna de 1215, el Acta de Habeas Corpus de 1679 y la Carta de Derechos de 1689; la Declaración de Independencia de los Estados Unidos en 1776 y la Declaración Francesa de los Derechos del Hombre y del Ciudadano en 1789, significan los hitos más trascendentales en esta lucha por la libertad individual. A esas grandes declaraciones históricas, vino a añadirse el 10 de diciembre de 1948 otra igualmente valiosa : la Declaración Universal de Derechos Humanos proclamada por la Tercera Asamblea General de las Naciones Unidas "como una norma de perfeccionamiento para todos los pueblos y naciones".

El décimo aniversario de la Declaración que se cumple el 10 de diciembre de este año se conmemorará con ceremonias especiales en todo el mundo. Muchas organizaciones han anunciado la celebración de conferencias, reuniones y debates consagrados a los derechos humanos en 1958. La Declaración será nuevamente difundida en todos los países y se presentarán los adelantos conseguidos por las Naciones Unidas en la promoción de los derechos humanos, mediante artículos de prensa, opúsculos, carteles, programas de radio y de televisión y películas cinematográficas.

La Organización de las Naciones Unidas ha avanzado mucho en su trabajo de estímulo para el mayor respeto de los derechos humanos y de las libertades fundamentales; pero es menester confesar que «su reconocimiento efectivo y su aplicación universal» aun no son una realidad. La Declaración establece una norma que puede regir únicamente cuando los individuos apliquen sus principios dentro de las naciones y cuando los gobiernos respeten esos principios tanto en la vida nacional como en las relaciones internacionales. En consecuencia, la fecha del 10 de diciembre servirá para recordarnos que todavía quedan por realizar inmensos esfuerzos antes de que los derechos humanos sean reconocidos en todo el mundo.

Las páginas de este número de El Correo de la Unesco son una modesta contribución a la gran tarea de despertar un interés renovado y una mayor comprensión por los derechos humanos fundamentales proclamados con carácter universal por primera vez en la historia, en la Declaración formulada en el Palacio de Chaillot, en París, el 10 de diciembre de 1948.

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Octubre de 1958