
La Unesco responde al llamamiento de las Naciones Unidas en favor de Corea
La UNESCO, por intermedio de su Consejo Ejecutivo, acaba de responder al llamamiento de las Naciones Unidas : está dispuesto a coleborer plenamente en la acción emprendida por éstas en Corea, dentro del marco que le designa su misión.
Es un hecho particularmente significativo que los 18 miembros del Consejo, elegidos a título personal y no como representantes de sus Gobiernos, hayan estado unánimes en "deplorar la violación de la ley internacional", y unánimes también en votar un programa relativo no sólo al futuro immediato sino a la posguerra.
Dicho programa importa un crédito de 175,000 dólares y comprende tres puntos principales:
1. Ayuda a la población civil de Corea;
2. Restablecimiento de la educación en Corea al fin de las hostilidades;
3. Campaña educativa destinada a divulgar el ideal de las Naciones Unidas y el principio de la seguridad colectiva.
Si las Naciones Unidas lo juzgan necesario, la UNESCO está dispuesta a integrar la misión que proyectan en la actualidad enviar a Corea. En este caso, la investigación de la UNESCO tendría por objeto estudiar las necesidades de la población y determinar en qué forma puede la Organización contribuir con mayor eficacia a la reconstrucción del país.
En efecto, es necesario tener en cuenta que las ruinas materiales y morales de Corea tras el presente conflicto, plantearán a las Naciones Unidas una serie de problemas más complejos, quizás, que aquéllos que hoy han de resolver apelando a la fuerza. En lo que concierne a la UNESCO, la labor psicológica y técnica que será entonces necesaria a fin de restablecer todo un sistema esfolar y capacitar a toda una juventud para las tareas de la paz, exigirá de la Organización, así como de sus Estados Miembros, la más deteminada energía y la mayor unidad de acción.
Ahora bien, para obtener esa unidad resulta indispensable el propagar una información verídica sobre la acción que al presente y conforme al principio de la seguridad colectiva desarrollan las Naciones Unidas. Hasta ahora, debe reconocerse que la UNESCO no ha podido efectuar a ese respecto todo el esfuerzo necesario: y, precisamente, el programa que acaba de ser aprobado por el Consejo Ejecutivo tiene por finalidad el divulgar en las escuelas y universidades, de una forma dinámica, el mensaje hecho por las Naciones Unidas. Importa sobre todo inculcar los principios de la seguridad colectiva, y mostrar mediante ejemplos concretos extraídos de la historia contemporánea, y particularmente del drama coreano, la importancia mundial de la obra emprendida por las Naciones Unidas.
Resulta innecesario el llamar la atención sobre la absoluta conformidad de las decisiones adoptadas por el Consejo Ejecutivo con los principios establecidos en el Acta constitutiva de la UNESCO. Por otra parte, una reciente declaración del Director General de la UNESCO ha subrayado que "al condenar la agresión, donde quiera que ella se manifeste, no guía a la UNESCO un espíritu partidista. No hace sino adoptar una actitud conformo al concepto de la paz dentro del derecho, tal como la proclama su Acto constitutivo... Lejos de ser un instrumento de guerra indeológica, nuestra institución es, ante todo, un Organismo educativo, en pro de la paz y conforme al derecho. Las actividades que podemos emprender en relación a los acontecimientos de Corea, se inscriben forzosamente en el cuadro de nuestro programa normal. Habrán de consistir en nuestra participación, tan amplia como sea posible, en la reconstrucción de Corea, como ya contribuímos a la de numerosos países devastados por la guerra; y en ayudar con nuestra enseñanza sobre las Naciones Unidas a poner de manifiesto el valor de la seguridad colectiva ante toda agresión."