Construir la paz en la mente de los hombres y de las mujeres

Un Pacto planetario: la voz de las mujeres

Cuál es la reacción actual de las mujeres, que permanentemente ' y en todas las latitudes han estado tan cerca de la naturaleza, frente a la crisis ecológica que afecta a nuestra vida cotidiana?

Las autoras del presente número intentan dar respuesta a esos interrogantes y exponen, además, numerosos testimonios.

Al recorrer estas páginas, podrá observarse que las mujeres figuran entre las primeras víctimas de la degradación del medio ambiente, y también entre las primeras en movilizarse para atajar sus estragos. Por eso exigen que se reconozca el papel que les corresponde en la elaboración de las estrategias ecológicas. Sostienen que la naturaleza no pertenece al género humano y que éste, en cambio, forma parte de la naturaleza.

Las autoras representan a miles de mujeres que comparten sus inquietudes acerca de la salud de los pueblos, el estado de las tierras y de las aguas, el despilfarro de los recursos, la crisis de los valores, el porvenir de las sociedades. En la ciudad y en el campo, señalan lo que hay que hacer para restablecer el equilibrio natural. Plenamente conscientes de la situación ecológica mundial, se han movilizado, sin embargo, en el plano local para tratar de que las cosas comiencen a mejorar.

Formulan además una advertencia frente a los peligros que entraña la noción de expansión y crecimiento ilimitados. Alzan su voz contra la marginalización de pueblos y países, tanto en el Norte como en el Sur. Se rebelan contra la desaparición de la diversidad biológica y cultural, y se oponen a las actividades bélicas y a los procedimientos industriales que provocan la degradación ambiental, el desplazamiento de poblaciones, el consumo excesivo, el endeudamiento y la pobreza.

Se comprometen, por último, a mantener con la naturaleza relaciones basadas en una reciprocidad que favorezca su regeneración y en una alianza, sin exclusiones, entre las culturas, las religiones, las clases, las lenguas y los sexos.

Lea este número. Descargue el PDF.

 

Marzo de 1992