
La tabla de Mendeleev
El Correo de la UNESCO público en junio de 1971 un artículo dedicado al gran sabio ruso Dimitri Mendeleev, auténtico orquestador de la naturaleza, en el que se señalaba que su formulación de la ley periódica de los elementos “supuso para la química el paso de una disciplina que aplicaba métodos casi medievales de tanteo a una ciencia moderna”.
Por Katerina Markelova
¿Cómo lo logró? El artículo dice que Mendeleev “propuso disponer los elementos en líneas y columnas –también denominados ‘períodos’ y ‘grupos’– dentro de un rectángulo, con sus pesos atómicos en orden ascendente, de izquierda a derecha, dentro de la misma línea hasta bajar a la segunda y así sucesivamente. [...] Las columnas se determinaron en función de los elementos que poseían propiedades análogas, por ejemplo, el mismo tipo de óxido”.
¿Qué tiene de revolucionaria esa tabla? La teoría de la clasificación de los elementos según su peso atómico, presentada por este siberiano de 35 años a la Sociedad Química de Rusia en marzo de 1869, representó, de hecho, el descubrimiento de una ley natural. Su procedimiento permitía no sólo corregir un buen número de errores de cálculo, sino también predecir la existencia de elementos hasta entonces desconocidos como el galio, el escandio o el germanio, llamados así posteriormente para honrar a los países de sus respectivos descubridores.
Los grandes descubridores y sus hallazgos exaltan la imaginación de la gente. Así como algunos dicen que Newton descubrió la ley de la gravedad cuando le cayó una manzana en la cabeza, o que a James Watt le vino la idea de la máquina de vapor al contemplar una olla con agua hirviendo, otros pretenden que Mendeleev dio con la clasificación periódica de los elementos a raíz de un sueño.
A este respecto, el artículo dice: “Suele pasarse por alto que, aunque la verdad científica irrumpe a veces en la mente humana como un relámpago, el mismo científico puede haber consagrado varios años de dura investigación a ese tema. Como dijo Pasteur algún tiempo después, “el azar sólo es propicio a la mente preparada.” Si examinamos las actividades de Mendeleev antes de 1869, resulta claro que el descubrimiento de la tabla periódica no fue un mero accidente”.
Además de la tabla periódica, una frase de Mendeleev sobre el petróleo quedará sin duda grabada en la memoria de la humanidad: “Este material es demasiado precioso para ser quemado. Cuando quemamos petróleo, quemamos dinero. Hay que utilizarlo como materia prima de la síntesis química”.
Conozca más
Dmitri Mendeleev o las enseñanzas de un profeta. El Correo de la UNESCO, abril-junio 2019
Dmitri Mendeleev y la ley periódica de los elementos. El Correo de la UNESCO, junio de 1971
Mendeleev, vida de un sabio. El Correo de la UNESCO, junio de 1971