
Los Alpes y su mundo
Desde Genova y Niza en la costa del mar de Liguria hasta Viena, Liubliana y la costa del Adriático, un gran arco de montañas se extiende casi en semicírculo atravesando siete países europeos: Francia, Italia, Suiza, República Federal de Alemania, Liechtenstein, Austria y Yugoslavia: los Alpes. Con más de 1.000 km de longitud y 250.000 km2 de superficie, la cordillera es el más importante sistema montañoso de Europa. Su anchura varía desde unos 50 km entre la llanura del Po y el golfo de Genova, al oeste, y más de 200 km en la región del Tirol, entre Austria e Italia, al este. Sus altas cumbres, a menudo superiores a los 4.000 metros, culminan en el Mont-Blanc (entre Francia e Italia), con sus 4.807 m.
Los Alpes constituyen uno de los centros hidrográficos más importantes del continente; en ellos nacen tres de sus mayores ríos, el Rin, el Ródano y el Po, y algunos de los afluentes más importantes de éstos y del Danubio. La cordillera incluye además un complejo sistema lacustre, con más de 4.000 lagos, entre los que destacan el Leman, el de Constanza y el de Neuchâtel en Suiza, el de Chiem y Constanza en la República Federal de Alemania y los de Garda, Como, Lugano y Mayor en Italia.
Este poderoso sistema orográfico constituye, desde hace milenios, una región histórico-cultural dotada de caracteres propios. Por sus pasos de montaña atravesó el hombre primitivo, dejándonos frecuente testimonio de su existencia como en las pinturas rupestres de Valcamonica en Italia (el llamado "arte alpino") o en los vestigios de La Tène y de Hallstatt, culturas notables de la Edad del Hierro. Hoy día los Alpes son un nudo de comunicaciones de enorme importancia entre la Europa nórdica y la mediterránea, con sus numerosos y célebres pasos de ferrocarril y carretera (Brennero, San Gotardo, San Bernardo, Mont Cenis) y sus grandes túneles como el Simplón, San Gotardo, Fréjus, Mont-Blanc, San Bernardino, Arlberg y Gran San Gotardo.
Los Alpes ofrecen también un peculiar ejemplo de la ecología orográfica. Siendo como son las montañas probablemente más "trabajadas" y humanizadas del planeta, en ellas ha ido configurando el hombre con su esfuerzo milenario un paisaje y una economía campesina admirables pero hoy a menudo amenazados por la abusiva injerencia humana en el equilibrio de la naturaleza.
La población actual de la región alpestre se distribuye, de manera general, entre el elemento germánico, el latino y el eslavo. Pero esa variedad demográfica y lingüística no impide la existencia de rasgos culturales comunes muy acusados, como puede observarse en la típica música popular de los Alpes, cantada a menudo en francés, alemán, italiano y esloveno indistintamente.
A este mundo particular que son los Alpes está dedicado este número de El Correo de ta UNESCO, ensayo de trazar en sus rasgos generales una semblanza de esta región que es el corazón geográfico de Europa y una de sus zonas con más peso histórico, cultural y, hoy, turístico.