
Para que la tierra no se consuma
¿Van a acabar con la tierra los adelantos de la era tecnológica? ¿Es que la contaminación del aire, de los océanos y de los suelos cultivables, la degradación de la biosfera base de toda la vida planetaria, ya se trate de hombres, de animales o de plantas constituye realmente el precio a pagar por el desarrollo en general y por el de las sociedades industrializadas en particular?
El mundo entero ha cobrado conciencia de los errores y los abusos cometidos contra el medio y, al mismo tiempo, de los cambios radicales que, a pesar de las predicciones pesimistas, pueden asegurar a los seres humanos un porvenir en el cual los países en vías de desarrollo encontrarán la prosperidad y los países industrializados el equilibrio indispensable entre la economía y el medio ambiente.