
El Art nouveau
El "art nouveau" surgió hacia fines del siglo pasado como un rechazo a la pomposidad y al conformismo que caracterizaban a la arquitectura oficial europea. En esos años de rápida urbanización, los magnates de la ciudad ostentaban sus riquezas recientemente adquiridas en imponentes palacetes sin alma. El art nouveau fue, pues, una reacción impulsiva contra la uniformidad y la monotonía del entorno. Va a manifestarse en la arquitectura, el mobiliario, la vajilla y, en definitiva, en todos aquellos objetos cotidianos que tanto influyen en el estilo de vida.
El art nouveau mira hacia el pasado. Siente nostalgia de la naturaleza y de un mundo preindustrial; de ahí su gusto por la línea sinuosa de las viñas y de los tallos entrelazados, por la tosca textura de las pinas de pino y, de manera más general, por la asimetría.
También está en consonancia con el medievalismo de cierta sensibilidad estética de las postrimerías del siglo XIX, vinculada a menudo con reivindicaciones nacionales. Pero el art nouveau es también un movimiento de vanguardia que utiliza con acierto los materiales de su tiempo adaptándolos a su fantasía.