Différents aspects de la culture islamique [Los diferentes aspectos de la cultura islámica], Ediciones UNESCO, 1977-2016
Por Nahid Afrose Kabir
Vivimos en una época en que los musulmanes y su religión permanecen poco o mal comprendidos en muchas partes del mundo. En los países occidentales, a menudo son percibidos de manera caricaturesca como un grupo homogéneo y monolítico de individuos violentos que oprimen a las mujeres. En algunos países asiáticos, donde compartieron durante siglos el mismo idioma y la misma cultura con los no musulmanes, la mirada de estos últimos sobre ellos ha cambiado abruptamente.
Desde los atentados del 11 de septiembre de 2001 se utiliza la retórica del “nosotros contra ellos” para aislar a los musulmanes de toda la sociedad. Algunos políticos llegan a reclamar la prohibición o el fin de toda inmigración musulmana.
Es importante reconocer que una pequeña minoría de musulmanes recurre al terrorismo. Pero también es importante recordar que son tanto, si no más, víctimas de ataques terroristas como los no musulmanes.
Frente a los numerosos prejuicios a los que los musulmanes deben afrontar en nuestros días, la publicación de los seis volúmenes de Différents aspects de la culture islamique de la UNESCO (1977-2016) es oportuna y rica en enseñanzas. La obra permite al público adquirir amplios conocimientos sobre el islam y los fundamentos y prácticas de esta religión a través de las diversas escuelas de pensamiento a través de los siglos.
Iniciada en 1977, en el marco de un trabajo monumental emprendido por la UNESCO sobre las historias generales y regionales, esta obra colectiva se concluyó en noviembre de 2016, con la publicación de los volúmenes I y VI, que constituyen una aportación importancia al actual debate en torno al islam.
Al recorrer sus páginas, entendemos las razones de la aparición de las nociones puritanas que provienen de algunas ramas del islam, y aprendemos cómo a lo largo de los siglos, muchos pensadores musulmanes han rechazado las interpretaciones estrechas y dogmáticas del Corán, alentando a los creyentes al uso de la razón.
Respecto de la cuestión femenina, la obra ofrece perspectivas interesantes, en especial sobre la situación ventajosa de las mujeres bajo las dinastías de los abásidas y de los ayubíes, entre los siglos VIII y XIII, así como sobre las voces feministas musulmanas que se alzaron en el mundo árabe a principios del siglo XX.
En estos volúmenes dedicados a la cultura islámica se reserva un espacio importante a las contribuciones de las civilizaciones islámicas, en particular en los campos de la ciencia, la medicina, las matemáticas y la astronomía. Por citar sólo un ejemplo, ¡les debemos la invención del álgebra!
El lector podrá descubrir también el pasado glorioso de los sultanatos musulmanes, cuyo legado es todavía evidente en el arte y la arquitectura, como atestigua el Taj Mahal, en India.
De hecho, gracias al comercio de la seda y las especias, muchos países musulmanes de Oriente fueron, en diversos aspectos y en numerosos períodos, más prósperos que los del Occidente cristiano. Pero, cuando los países musulmanes de Asia y África comenzaban a desarrollarse gracias los intercambios comerciales, Occidente puso término a ese desarrollo estableciendo e implementando un sistema colonial.
Más cerca de nuestro tiempo, la obra analiza las tensiones existentes en los países musulmanes, tales como la revolución iraní, la guerra Irán-Iraq, el ascenso de los talibanes, el conflicto de Cachemira, la dinámica entre la ley seglar y la ley islámica, la corrupción, los servicios de salud inadecuados, la desigualdad económica y el analfabetismo.
La cuestión de las minorías musulmanas en el mundo de hoy –tema que yo misma abordé en la obra– es particularmente importante, ya que son precisamente los musulmanes de esas comunidades y los inmigrantes musulmanes quienes sufren de marginación, islamofobia y discriminación.
Dirigida a públicos diversos –tanto a mentes intelectualmente inquietas como al mundo académico, a la sociedad civil y a los responsables políticos– esta colección de la UNESCO también examina los aspectos positivos de las relaciones entre musulmanes y no musulmanes, ofreciendo sugerencias para lograr una mejor comprensión mutua.