
Movilización mundial contra la malaria: 1.000 millones de personas en peligro
Mil doscientos millones de seres humanos viven hoy bajo la amenaza constante de la malaria, enfermedad sin llagas ni mutilaciones que puedan conmovernos, enfermedad que sirviéndose de los mosquitos como vector, ataca al hombre mientras duerme en paz durante las dulces horas de la noche. La malaria no es una enfermedad espectacular que excite a la compasión. Es la fiebre de los países cálidos, considerada largo tiempo como ineluctable. De ella solía decirse que era una molestia más que un sufrimiento.
El Día Mundial de la Salud se consagra este año al tema del paludismo, o de la malaria como se suele denominar a esta enfermedad en otras ocasiones.
Por primera vez en la historia humana, se ha formado contra una sola enfermedad una coalición internacional tan vasta como la que ahora se encuentra a la obra. Los noventa y dos Estados Miembros de la Organización Mundial de la Salud, por acuerdo unánime, han decidido concentrar sus conocimientos y sus recursos a una finalidad que es nada menos que la eliminación de ese flagelo de toda la superficie de la tierra. Este año, el Día Mundial de la Salud ofrece la oportunidad de recordar al mundo la tarea urgente que debe emprender.
En 1960, el paludismo constituye todavía una amenaza permanente para más de mil millones de seres humanos que se cuentan entre los más pobres y débiles de la tierra, o sea aquellos que cabalmente tendrían necesidad de reunir todas sus fuerzas para liberarse de la cadena de la miseria.