
¿Quién teme a la neurociencia?
Visualización de fibras cerebrales.
En el ámbito de la neurociencia, la realidad ya supera la ficción.
¿Quién hubiera imaginado que un día sería posible implantar recuerdos falsos en el cerebro de un animal o dictar un texto a un ordenador con el pensamiento? Hoy en día, eso ya es realidad y esta revolución tecnológica no ha hecho más que empezar.
Esos adelantos son prometedores cuando permiten hallar nuevos tratamientos para patologías mentales o neurológicas, o cuando proporcionan a un paciente parapléjico la posibilidad de comunicarse y recuperar cierto grado de movilidad.
Pero los interrogantes éticos que plantean las neurociencias son tan importantes como las esperanzas que suscitan. Y esto resulta aún más evidente cuando su ámbito de aplicación va más allá del ámbito sanitario para aplicarse al marketing, a la educación o a los juegos de vídeo.