Construir la paz en la mente de los hombres y de las mujeres

Gran angular

En este número

Agnès Bardon
UNESCO

“Yo tenía 20 años. No permitiré que nadie diga que es la edad más hermosa de la vida”. La frase del escritor francés Paul Nizan (1905-1940) adquiere hoy un eco singular, un año después del inicio de la pandemia del COVID-19 y de las restricciones a la libertad inéditas que trajo consigo. En efecto, ¿qué significa tener 20 años en un mundo donde los desplazamientos están limitados, los estudios se realizan a distancia, se impiden las relaciones amorosas y amistosas, y los horizontes profesionales se difuminan en la incertidumbre?  Los jóvenes que tienen la edad en la que se definen las relaciones con el mundo y con los demás, menos de 25 años, y que hoy representan el 40% de la población mundial, ven cómo la crisis sanitaria frustra gravemente sus sueños.

“El impacto de la pandemia en los jóvenes es sistemático, profundo y desproporcionado. Éste ha sido particularmente duro para las mujeres jóvenes, los jóvenes de menor edad y los que viven en países de ingresos más bajos”, señalaba ya en agosto de 2020 la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en un informe titulado Los jóvenes y la pandemia de la Covid-19: efectos en los empleos, la educación, los derechos y el bienestar mental. No resulta sorprendente que en este informe, en el que participaron unos 12.000 jóvenes de 112 países, evidencie la preocupación que estos manifestaron por el futuro y por su lugar en la sociedad.

Sin duda las perspectivas en materia de empleo se han ensombrecido considerablemente a medida que la crisis se prolonga. Aunque el fenómeno afecta a todos los asalariados del mundo, las personas de 18 a 25 años han recibido un castigo más severo en el plano económico que los grupos de mayor edad. Según las estadísticas publicadas por la OIT en enero de 2021, la pérdida de empleos causada por la pandemia a escala mundial es del 3,7% entre los adultos, pero entre los jóvenes la cifra asciende al 8,7%, o sea, casi el triple.

Esta situación angustiosa, unida a la impresión de aislamiento, precariedad y ausencia de perspectivas a corto plazo, amenaza la salud mental de los menores de 25 años. En América Latina y el Caribe, más de un cuarto de ellos dice padecer ansiedad y el 15% se siente deprimido (sondeo reciente de UNICEF).

¿Quiere eso decir que la denominada "Generación Z", como se denominaba antes de la crisis, pasará a la historia como la generación sacrificada? No es tan seguro. Aunque todavía es pronto para evaluar los efectos de la pandemia sobre la vida de la juventud, parece que ya, pese a las restricciones impuestas por la situación sanitaria, este grupo etario hace gala de una auténtica resiliencia. En el mundo entero, han generado iniciativas orientadas a formular respuestas a la crisis, afrontar situaciones de urgencia, luchar contra la desinformación y organizar la solidaridad, como quedó plasmado en la campaña de la UNESCO “Mon histoire Covid-19” [Mi experiencia del COVID-19] (#YouthOfUNESCO), que se lanzó en abril de 2020. 

Señas de identidad indiscutibles de esta generación hiperconectada, las redes sociales e Internet han permitido que, durante esta dura prueba, esos “hijos de la era digital” establezcan vínculos y expresen sus opiniones, y han servido de caja de resonancia a su cólera y su frustración, pero también a su creatividad y sus compromisos. En particular para defender el medio ambiente y luchar contra el cambio climático, que encabezan la lista de sus preocupaciones, junto al combate contra la discriminación por motivo de raza o género.  

Sin duda es todavía muy pronto para discernir entre los cambios causados por la crisis y las tendencias preexistentes, pero al reivindicar un mundo más justo y más respetuoso con el medio ambiente, los jóvenes de hoy han puesto ya, desde hace tiempo, un pie en ”el mundo de mañana”.

Los jóvenes investigadores analizan la crisis

Lecturas complementarias:

Selección de números y artículos de El Correo de la UNESCO dedicados a la juventud

Zoomers, en sus propias palabrasEl Correo de la UNESCO, abril-junio de 2021

 

Suscríbase para descubrir los temas de actualidad de El Correo. La suscripción a la versión digital es totalmente gratuita.

Síganos en TwitterFacebookInstagram.