
Docentes de lo imposible: del aula a la gran pantalla
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“Devolver a los profesores su condición de héroes extraordinarios de la vida, porque son capaces de cambiar el destino de los niños y el futuro del mundo”. Este es el ambicioso objetivo del documental Docentes de lo imposible (título provisional) que realiza actualmente la productora cinematográfica francesa Winds. La idea, sugerida por la UNESCO, que está asociada a la producción de la película, consiste en mostrar, a través de varios retratos, a maestros que superan las exigencias habituales del oficio y a poner de relieve la universalidad de su compromiso.
A su manera, Sandrine en Burkina Faso, Taslima en Bangladesh y Svetlana en Siberia (Rusia) son heroínas. Gracias a una vocación sin fisuras, las tres profesoras del documental superan numerosos obstáculos para impartir sus clases: infraestructuras defectuosas, aislamiento geográfico, condiciones climáticas extremas, discontinuidad de la enseñanza, problemas culturales, nomadismo… Recias y dispuestas a múltiples sacrificios, esas mujeres, como millones de otras maestras del mundo, viven cada día como una auténtica aventura ante todo pedagógica, pero también física y humana.
Por ejemplo, Svetlana tomó la difícil decisión de alejarse de sus hijos para llevar la enseñanza a los campamentos de los pastores de renos de la etnia evenka, un pueblo autóctono del este de Siberia. En compañía de su escuela portátil, que cabe en un trineo, y de su marido, que también es criador de renos, la profesora sigue a los nómadas a lo largo y ancho de la taiga siberiana.
El productor del documental, Barthélémy Fougea, todavía se muestra asombrado del aislamiento de la región. “En 30 años de carrera, no había conocido nunca desplazamientos de producción tan extensos”. En efecto, el equipo de filmación tardó siete días para llegar al lugar, viajando primero en avión, luego en tren y, al final, en trineo de motor. Tras el compromiso de Svetlana late un reto: lograr que los niños nómadas puedan ser rusos y evenkos a la vez. Es también un desafío personal, porque ella, que nació en la etapa soviética, fue enviada interna a una escuela para poder estudiar, lo que la apartó de las tradiciones de su pueblo.
El largometraje, que actualmente está en fase de posproducción, fue dirigido por Émilie Thérond y se estrenará en 2020. El documental forma parte de un proyecto internacional que emplea múltiples soportes de difusión y que abarcará, entre otros, una serie de televisión, libros para jóvenes y adultos, así como una exposición. Al mismo tiempo, se ponen en marcha iniciativas de ayuda a la educación, en el marco de la asociación “Sur le chemin de l’école” [En el camino de la escuela], que toma su nombre de la película homónima que Winds produjo en 2013 y que obtuvo numerosos premios internacionales, obra realizada también en colaboración con la UNESCO.