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Primera medida para curar las heridas de Alepo

Por Chantal Connaughton

Escritora británica, editora y especialista en comunicación.

El conflicto armado de Siria ha ocasionado innumerables pérdidas de vidas humanas y daños muy cuantiosos en las infraestructuras y las ciudades, devastando las condiciones de vida socioeconómicas y el patrimonio cultural de este país. Inscrita en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO en 1986 y antaño mostrada como ejemplo de excelente conservación monumental y urbanística, la Ciudad vieja de Alepo se incluyó en la Lista del Patrimonio Mundial en Peligro en 2013, debido a las graves repercusiones que le infligió la contienda bélica, que transformó muchos de sus sitios en desolados campos de escombros.

En un reciente estudio* llevado a cabo por la UNESCO y el Instituto de las Naciones Unidas para Formación Profesional e Investigaciones (UNITAR), se han catalogado más de 500 bienes culturales destruidos o deteriorados, entre los que figuran la ciudadela, museos, zocos, edificios de culto religioso y de diversa importancia histórica y cultural.

Se trata del primer inventario exhaustivo de los destrozos materiales y la pérdida de elementos de memoria histórica que esta antiquísima ciudad ha sufrido en el periodo 2013-2017. Tal y como señalan los autores de la introducción al estudio, el arquitecto alepino Ruba Kasmo y el geógrafo francés Jean-Claude David, Alepo era ya a principios del segundo milenio a.C. una urbe en pleno florecimiento, capital del reino amorreo de Yamhad reputada por ser la patria de Halab, dios de las tormentas y protector de la ciudad.

El estudio es el resultado de una labor iniciada nada más finalizar los bombardeos de Alepo, en diciembre de 2016, por un grupo de unos 20 expertos en patrimonio cultural, historiadores, arqueólogos, arquitectos y especialistas en el análisis de imágenes satelitales.

El texto está ilustrado con fotografías tomadas antes y después del estallido de la guerra y contiene códigos de barras matriciales (“QR Code”) que permiten acceder a imágenes satelitales y documentos en tres dimensiones. Ese inventario pone de manifiesto dos hechos: más del 10% de los monumentos históricos de Alepo ha sido destruido por completo y el grado de deterioro sufrido por más del 50% de los edificios estudiados se sitúa en una escala que va de “leve” a “muy grave”.

Sin embargo, la destrucción no solo afectó a los monumentos, sino que también ha asestado un golpe traumático al alma misma de la ciudad. De ahí que la recuperación de la memoria histórica de Alepo sea tan importante como la reconstrucción de sus edificios, si no más. Lugar de culto fundamental de la cultura siria y joyel de las arquitecturas selyúcida y mameluca como atestiguaban su espléndido minarete y ornamentación excepcional, la Gran Mezquita omeya de Alepo, hoy en ruinas, desempeñó también una función social única en su género al haber sido durante más de nueve siglos el lugar de reunión de sucesivas generaciones de alepinos. La destrucción de este monumento ha infligido a la ciudadanía una gran herida en su propio ser.

Los habitantes de Alepo son los custodios del legado de bienes culturales y de la memoria histórica de su ciudad, y a ellos les incumbirá la tarea de revitalizarla tanto en el plano cultural como en el socioeconómico. Los autores del estudio les han dedicado su obra para ayudarles a superar el trauma de la guerra.

* Five Years of Conflict: The State of Cultural Heritage in the Ancient City of Aleppo (Cinco años de conflicto armado – Estado del patrimonio cultural de la Ciudad Vieja de Alepo), 143 págs., diciembre de 2018, UNESCO e Instituto de las Naciones Unidas para Formación Profesional e Investigaciones (UNITAR).

Cuando las ciudades se renuevan
Abril-Junio 2019
UNESCO
0000367693