
Mejorando los servicios climáticos para una mejor gestión del agua
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Con base en los hallazgos del Quinto Informe de Evaluación del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC, 2014), se espera que el cambio climático tenga un gran impacto en la disponibilidad y demanda de recursos hídricos, lo que a su vez exacerbará los problemas existentes en otras fuentes de agua. sectores dependientes como la salud, la producción de alimentos y la energía sostenible y para la biodiversidad. Los impactos surgirán tanto de los cambios en la variabilidad y en eventos extremos como de los cambios en los niveles medios. De hecho, es probable que el agua sea uno de los principales medios a través del cual se manifestará el cambio climático e impactará a las personas, los ecosistemas y las economías, poniendo en riesgo el desarrollo sostenible y los esfuerzos de reducción de la pobreza.
En las últimas dos décadas, la ciencia del sistema climático ha logrado notables avances en la supervisión, el modelado y la predicción del tiempo y el clima, proporcionando información valiosa para la toma de decisiones. Desafortunadamente, existe una brecha significativa entre la disponibilidad de la información y la aceptación real de las partes interesadas. Si bien la ciencia climática está llegando a su madurez en términos de cómo se obtienen los resultados gracias a la acción coordinada del IPCC, en el lado de los interesados no ha madurado dicho marco. Esto ha llevado a una abundancia de datos e información públicamente disponibles sobre el impacto potencial del cambio climático, como los resultados del modelo de circulación global CMIP5 (IPCC, 2015), pero la falta de conocimiento experto del usuario ha limitado el uso de esta información a desarrollar e implementar efectivamente estrategias de adaptación al cambio climático a nivel local. Esta falta de coincidencia debe abordarse para que las comunidades vulnerables con estrés hídrico se beneficien de la previsión proporcionada por la ciencia del clima.
Para cerrar esta brecha, el concepto de servicios climáticos se ha introducido como respuesta a los dos hechos básicos: i) todos son afectados por el clima; ii) los servicios climáticos basados en las necesidades son extremadamente eficaces para ayudar a las comunidades, empresas, organizaciones y gobiernos a gestionar los riesgos y aprovechar las oportunidades asociadas con el clima. Existe una enorme brecha entre las necesidades de los servicios climáticos y su disposición actual. Los servicios climáticos son más débiles en los lugares que más los necesitan, los países en desarrollo vulnerables al clima (OMM, 2011).
Los servicios climáticos tienen el objetivo de proporcionar un mecanismo efectivo para conectar la información climática con los procesos de toma de decisiones de las partes interesadas a diferentes niveles de toma de decisiones en la gestión del agua, desde el nivel de política nacional hasta el hogar y el agricultor individual. Cada usuario tiene requisitos específicos para que la información climática tenga en cuenta sus procesos de toma de decisiones. Un agricultor necesita decidir qué cultivos plantar, cuándo sembrar y cuándo cosechar. Para aquellos agricultores que irrigan, la asignación anticipada de agua es información muy importante que a menudo falta. Los administradores de riego del distrito necesitan optimizar la asignación de agua bajo su control. Los formuladores de políticas generalmente abordan los horizontes a largo plazo, como decidir las reglas de asignación y los derechos para los sectores que usan agua, las prioridades para el uso del agua durante la sequía, las regulaciones sobre la calidad del agua y las políticas de desarrollo económico que afectan los recursos hídricos. Para estos plazos más largos, los cambios en el clima que ya se están observando, así como los cambios esperados son relevantes en este proceso de toma de decisiones, pero la incertidumbre profunda de los escenarios de cambio climático complica la consideración de esta información.
Con base en los resultados de la Reunión de Alto Nivel sobre Política Nacional de Sequía en 2013, se destacaron los tres componentes clave de la gestión de riesgos. El primer componente se centra en las capacidades de monitoreo y alerta temprana como la base de un plan de gestión de riesgos. Esto está relacionado con la vulnerabilidad / resiliencia y la evaluación de impacto para identificar aquellas áreas y medios de vida que son más propensos al impacto de la sequía y los riesgos de inundación. Finalmente, la planificación de mitigación y respuesta está estrechamente vinculada a las otras dos, y proporciona preparación y mitigación basadas en el monitoreo y la alerta temprana, priorizando las áreas más vulnerables. Estos aspectos serán considerados en este proyecto, para apoyar la implementación de los servicios climáticos y la información requerida para avanzar hacia políticas integradas de gestión de riesgos.
Pero también a nivel de cuenca local, se han identificado brechas que limitan el uso de la información climática disponible para la toma de decisiones sobre la gestión de los recursos hídricos. Específicamente, los usuarios del agua vulnerables a la variabilidad climática y al cambio no están suficientemente informados sobre las condiciones climáticas actuales y esperadas tanto en la escala temporal como en la más larga (pilar 1 - Figura 1). Pero también las vulnerabilidades de los medios de vida locales están actualmente insuficientemente identificadas (pilar 2 - Figura 1), lo que limita una respuesta efectiva a la sequía y la mitigación del impacto (pilar 3 - Figura 1). Esto se traduce en una falta de adaptación de las partes interesadas locales, lo que genera choques para la sociedad, lo que provoca malestar social y posibles conflictos por cuestiones relacionadas con el agua.
Por lo tanto, se necesita un marco para abordar los diferentes desafíos a nivel de cuenca nacional y local relacionados con los riesgos climáticos para los recursos hídricos. Esto incluirá tres tipos de actividades:
- Implementación de actividades en toda la región: fortalecimiento de los servicios climáticos y creación de capacidades de las agencias hidrometeorológicas nacionales
- Implementación de servicios climáticos integrados en los Estados Miembros, basados en el monitoreo y la alerta temprana, la evaluación de la vulnerabilidad y en apoyo de estrategias y políticas proactivas de gestión de la sequía y las inundaciones
- Divulgación a hombres y mujeres que son partes interesadas locales y nacionales y desarrollo de capacidades de actores clave para mejorar la resiliencia a la variabilidad y el cambio climáticos
[1] Verbist, K., A. Amani, A. Mishra, and B.J. Cisneros. 2016. Strengthening drought risk management and policy: UNESCO International Hydrological Programme’s case studies from Africa and Latin America and the Caribbean. Water Policy, 18 (S2) 245-261; DOI: 10.2166/wp.2016.223.